Lo siento —parecía sincero—. Estoy siendo muy grosero, lo sé, pero de verdad que es mejor así. Abrí los ojos. Su rostro estaba muy serio. —No sé qué quieres decir —le dije con prevención. —Es mejor que no seamos amigos —me explicó—, confía en mí. Entrecerré los ojos. Había oído eso antes...
2 comentarios:
desgraciado hijo de tu mama!
voy a llorar
y ma encima no lo he leido
y esa parte me llego u.u
Te quiero
Ojala nos podamos juntar (=
Está listooo!!! xD
Aunque... no he escrito nada..
Publicar un comentario